Hoy quiero compartir con vosotros un texto que ya ha circulado mucho en Internet y las redes sociales, pero que es mucha ayuda a la hora de liberarnos de nuestras creencias limitantes…
Algunas expresiones condicionan nuestro cerebro e influyen en nuestras acciones. Vea qué palabras usar y cuáles evitar a toda costa. Las palabras tienen mucho poder.
Palabras que debes evitar usar
Todavía
Una de las palabras positivas que abre muchas posibilidades.
Por ejemplo: En la frase “Todavía no tengo coche”, se da a entender que puede que no lo tenga en este momento, pero que es solo cuestión de tiempo. ¡Cuidado! Evite usarlo en frases como: “con tantos robos por ahí, todavía no me han robado” o “todavía no me he enfermado”.
Intentaré
Una palabra que denota mala voluntad.
“No lo sé, pero intentaré”. Esto es terrible. Es una frase declarada que es posible intentar, pero muy difícil de lograr.
Experimento
Es un gran verbo. Experimentar incluye acción, curiosidad.
Reemplaza la frase “lo intentaré” por ”lo experimentaré” porque la segunda es mucho más dinámica.
Es difícil
Expresión bloqueadora y paralizante que extrae la energía necesaria para la acción.
Cámbielo por las palabras cómo “Es un desafío” o “ Es un reto”. Este simple intercambio puede abrir una mayor posibilidad de éxito.
Quería
Usar estos verbos en el pasado te aleja mucho del objetivo.
Debes usarlo siempre en el presente: “Quiero“ o “Me Gusta”. Cuando dices “me gustaría”, el universo comprende que le gustaría tener pero algún día, y algún día puede ser dentro de 50 años. El universo no tiene prisa.
Pero
Solo sabemos lo que una persona realmente piensa después del “pero”.
El “pero” suaviza lo dicho hasta ahora y enfatiza lo que viene después. Lo ideal es decir de antemano lo que desaprobamos. Por ejemplo: “Es superficial, pero inteligente”.
Nunca jamás
Estas expresiones restringen la realidad. Porque está muy lejos.
Nadie puede decir que nunca hará tal cosa, ya que nosotros no controlamos la vida hasta ese punto. ¡Principio de incertidumbre de la mecánica cuántica!
No
El cerebro no registra cuando no va acompañado de una imagen.
Por ejemplo, cuando dices: “No pienses en un gatito”. Lo primero que ves es exactamente un gatito, el “no” se ignora completamente.
Cuando alguien dice: “¡No quiero gritar como mi madre!” Durante unos milisegundos en su cerebro hay un destello de la imagen de la madre gritando.
Lo que se está reforzando es esta imagen, y es muy probable que grite tanto como la madre. No solo se registra en nuestro cerebro, cuando es un simple negativo:
“¡No lo quiero!” o “¡No puedo!”.
Cuida tus palabras
Por lo tanto, debemos cuidar mucho las palabras que usamos. Yo siempre hablo palabras positivas. Siempre enfatizó en lo positivo y agradezco todo.
Somos libres, realizados en el Bien y en el Amor al prójimo. ¡Estamos juntos aprendiendo día a día con nuestra chispa Divina!
¡Mucha paz! ¡Positividad y prosperidad para todos!
Yo soy, estoy viva… ¡Yo puedo! ¡Yo elijo! ¡Yo decido! Yo digo que sí…
Porque la gran verdad es que puedes, lo que realmente quieras, a través de tu voluntad, eres un cocreador. Sustituya algunas palabras o frases en su uso diario y vea la diferencia que hace en los resultados.
Yo desde que he cambiado algunas palabras en mi uso diario, noto los cambios en mi vida.
- Me fascina la historia del águila
- La historia de la luciérnaga y la serpiente
- El cuento de la cuchara de palo
Conclusión
Cambia tu manera de pensar y actuar, y ya verás los cambios extraordinarios que se producirán en tu vida. Pero quiero que sepas que todo empieza en ti primero.
Acredita las fuerzas interiores que existen dentro de ti. ¿Sabes por qué? Porque eres el creador de tu propia realidad.
¡Viva la vida! ¡Gratitud siempre!