Cuenta la leyenda que una vez una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga. Huyó rápidamente del feroz depredador y la serpiente no se rindió. El primer día, ella la siguió. Segundo día, ella la siguió… Al tercer día, sin fuerzas, la luciérnaga se detuvo y le habló a la serpiente:
– ¿Puedo hacerte tres preguntas?
– No estoy acostumbrado a darle este precedente a nadie, sin embargo, como te voy a devorar, puedes preguntar – respondió la serpiente.
– ¿Pertenezco a tu cadena alimentaria? Preguntó la luciérnaga.
– No, respondió la serpiente.
– ¿Te hice daño? La luciérnaga dice.
– No. La serpiente respondió de nuevo.
– Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo?
– Porque no puedo soportar verte brillar.
Reflexión:
En cualquier momento una serpiente puede cruzarse en nuestro camino… ¡pero no tengas miedo! En nuestro camino habrá días en los que la gente parecerá consumirnos y apagar nuestro brillo. Pero sé como la luciérnaga que no le tenía miedo a la serpiente, tomó coraje y la enfrentó. Porque quien tiene su propio brillo, nada puede apagar.
Increíble 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
Verdad
A vegades volem brillar massa! Volem destacar per sobre de la resta del nostre entorn…i potser és quan apareixen les serps!!! Podem brillar, però amb delicadesa, sense voler enlluernar ningú. Ens valoraran tant o més!