Una vecina se quejaba porque no llovía y debido a eso, tenía que regar sus flores. Nos quejamos de que hace mucho calor o mucho frío; porque no tenemos hijos o porque los que tenemos no los soportamos; porque no tenemos empleo o porque el que tenemos no nos gusta. Nunca estamos conformes.
Muchas veces nos quejamos de los problemas que atravesamos en nuestra vida sin darnos cuenta que son una bendición. Nos olvidamos que siendo hijos de Dios no nos puede pasar nada sin Su permiso. Olvidamos que todo lo que nos sucede, a la larga, es para nuestro bien.
Ahora bien, piense por un momento en una persona que admiras mucho, una persona de éxito y lograda. Luego pregúntese: ¿Ha sido fácil la vida de esa persona? ¿o ha tenido que enfrentar grandes problemas y dificultades? Es probable que la persona que más admira haya pasado por pruebas muy duras en la vida cómo tu y yo; pero ha logrado superarlas. ¿Qué la distingue de los demás? Que esa persona ha logrado sobrellevar o solucionar sus problemas y salir adelante apesar de todo.
Muchas personas pasan todo el día quejándose y no aprenden la lección que la vida quiere enseñarles. Alguien ha dicho que el pesimista ve la tormenta y no se anima a salir, mientras que el hombre práctico toma su paraguas y sigue adelante.
¿Eres de los que te quejas habitualmente? ¿Tienes a tu alrededor personas que lo hacen? La queja proyecta una larga sombra sobre ti y sobre los demás, no te deja ser feliz, te hace sentir amargado y desanimado.
Pues tenemos buenas noticias, la mejor de superar un problema es entendiéndolo y siguiendo unas sencillas pautas, puedes transformar tu vida y tu ambiente en algo más agradable y satisfactorio… En nuestro blog tenemos un montón de artículos publicados que te ayudarán a dejar la queja de una vez por todas.
- Me fascina la historia del águila
- La historia de la luciérnaga y la serpiente
- El cuento de la cuchara de palo
- Reflexión para un profesional
- ¿Qué es Gratitud?
Conclusión
Todas las personas maduras que conozco han pasado por pruebas, sufrimientos y situaciones difíciles. Es el camino hacia la madurez. Agradezco a Dios por los problemas y aprendo de ellos. En él se puede hallar la mejor ayuda y compañía en las horas de necesidad.
Un abrazo ¡Gratitud siempre!