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Una taza de café en la pared

Una taza de café en la pared

En este artículo

Quiero compartir con vosotros un texto que me llamó mucho la atención! En la vida debemos hacer algo para ayudar a los demás, principalmente las personas necesitadas.

¡REFLEXIONEMOS CON ESTE TEXTO!

Siempre he escuchado la historia del “café en la pared”. Y hoy tengo la suerte de compartir este artículo, pero no me atrevo a disfrutarlo sola, así que te invito a leerlo junto a mi.

¡Café en la pared!

Un día, estaba sentada con mis amigos en una famosa cafetería de Los Ángeles tomando un café. 

Cuando alguien entró y se sentó a la mesa junto a nosotros. Llamó al camarero y le dijo: “Dos tazas de café, una taza para la pared”.

La forma en que pidió el café fue extraña. Notamos que solo se sirvió una taza de café, pero pagó dos tazas.

Tan pronto como se fue, el camarero colocó un papel en la pared, que decía: Una taza de café. En ese momento entraron dos personas más y pidieron tres tazas de café, se colocaron dos tazas de café en la mesa y una en la pared.

Bebieron dos tazas y luego se fueron. El camarero pegó un trozo de papel a la pared como antes, que decía: Una taza de café.

Parece que este método es la norma aquí, pero nos hace sentir nuevos y confundidos. Pero como no nos importaba, bebimos nuestro café, lo pagamos y nos fuimos.

Unos días después, tuvimos la oportunidad de volver a esta cafetería. Mientras tomábamos café, entró alguien. La ropa de esta persona era incompatible con la clase y el ambiente de la cafetería. Parecía pobre.

Se sentó, miró a la pared y dijo: “Una taza de café de la pared”. El camarero le sirvió respetuosamente el café en su postura habitual.

El hombre tomó su café y se fue sin pagar la cuenta, miramos todo esto con asombro y vimos al camarero tomar un papel de la pared y tirarlo a la basura.

Nota: La gente compra café con anticipación para que quienes no tienen dinero puedan disfrutar del calor. Comenzó en Nápoles, Italia, y ahora se ha extendido por todo el mundo
Nota: La gente compra café con anticipación para que quienes no tienen dinero puedan disfrutar del calor. Comenzó en Nápoles, Italia, y ahora se ha extendido por todo el mundo.

En ese momento salió la verdad y el respeto de los lugareños por los pobres nos hizo llorar. El café no es una necesidad básica de la sociedad ni una necesidad de la vida, pero hay que enfatizar que cuando disfrutamos de algo bueno, quizás todos deberíamos pensar en los demás.

A algunas personas también les gustan estas cosas, pero no pueden pagarlas. Hablemos del camarero, siempre sonreía cuando servía a los pobres. Y ese pobre, cuando entró, no tuvo que dejar su dignidad y pedir un café gratis, solo tuvo que mirar a la pared.

La taza de café pagada en exceso se llama café listo para usar. Pagó por él, pero no sabe a quién le gustará. Este es el mundo del amor y la belleza.

*Empecemos poniendo una taza de café en la pared, ¿o tal vez un pastel? ¿o ambos?

Conclusión

¡Qué linda lección nos trae este texto! De pensar un poco en el prójimo.

Ofrecer ayuda a las personas necesitadas es sinónimo de solidaridad, es dar ese apoyo incondicional ante cualquier circunstancia, estar atento ante las diferentes dificultades o dolencias ajenas sin esperar nada a cambio, únicamente con el deseo de ayudar y resguardar la integridad  de ese ser amado.

¡Un abrazo! ¡Gratitud siempre!

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